Por: Paola Quintana Tomás.
Fue como recibir un millón de puñetes en el estómago. La primera vez que dejé el Perú logré experimentarde manera intensa un sin número de sensaciones y emociones desagradables. Esto se dio no por el hecho de empezar una nueva vida fuera (que a decir verdad me excitaba mucho) sino porque la ideade dejar todo y a todos era totalmente desconcertante.
Mientras mi estancia en la sala de abordo se alargaba, la sensación de pérdida y descontrol se intensificaban. Por ratos, sentía unas ganas locas de salir corriendo y regresar a casa en compañía de mi familia y mis amigos que habían ido a despedirme. Me sentía tan extraña quehasta llegué a pensar queme desmayaría (quizá otra seria la historia sime hubiera desvanecido ahí frente a un montón de gente desconocida).
Los minutos pasaban y los nervios continuaban. Las personas que también esperaban el vuelo parecían por alguna extraña razón estar muy tranquilas. Quizá aquel viaje no era el primero en sus vidas o tal vez el hecho de no viajar solos los fortalecía y hacía sentir cómodos, regla que no se cumplía conmigo ya que la única compañía que tenía era la del señor oso (un peluche viejoque significaba el recuerdo de mi infancia del que no me había desecho todavía).
Antes de viajar no olvides llevar libros que puedan acompañarte durante el trayecto |
Entonces decidí intentar distraerme un poco. Observé que la mayoría de los pasajeros estaban haciendo algo en particular. Algunos leían revistas de temporada mientras que otros navegaban en sus laptops y hastahablaban o reían solos sin percatarse de que cada vez que hacían alguna de esascosas se convertían en el blanco de miradas acechantes. Pero también estaban los que conversaban normalmente tratando de pasar el rato y aprovechando en fortalecer sus lazos familiares y sociales.
Cuando opté por conversar con alguien y así vencer mi soledad ya era tarde. Todos los presentes (incluidos los miembros de la tripulación) estaban haciendo algo. Hubo una señora que estaba sola parada a un lado de los asientos y se veía algo asustada pero cuando sintió mi presencia acercándoselentamente, levantó su mano como saludando a alguien y desapareció sin vacilaciones. Resignada a soportar todo lo que sentía y sin poder hablar con alguien deje que el tiempo hiciera lo suyo.
Hasta que llegó el momento. Una señorita de cabello rubio y cuerpo esbelto empezó a llamar la atención de todos los pasajeros indicando que era miembro de la tripulación del vuelo de las 11:30 pm. De inmediato, todas las personas se amontonaron a oír que pautas daba la dama uniformada (quien parecía estar de muy buen humor). Todos formamos una fila esperando el momento preciso para subir al avión. De pronto paso lo que temí. Una lágrima fue desprendiéndose lentamente de mi ojo derecho para luego deslizarse por mi rostro y llegar hasta mis labios.
Sabía que iba a llorar pero nunca pensé que justamente fuera antes de iniciarse el trayecto. Miles de cosas pasaban por mi mente. Era como ver una película de mi vida aunque, claro está, la única posible espectadora era yo. Fueron instantes de emoción e intensa melancolía.
Recordé los buenos momentos que había pasado al lado de mi familia, las navidades y las grandes comilonas, los paseos de domingo por la tarde, los almuerzos extra-familiares en donde los vecinos se auto-invitaban, las salidas nocturnas nada aburridas, las noches de guitarra en el malecón, la escuela y mis travesuras de adolescente; hasta logré recordar el momento en el que me di cuenta de que me gustaban los hombres (uno nunca sabe con qué clase dehormonas viene al mundo), entre otras cosas graciosas.
Aprende a darte el tiempo para viajar y conocer nuevos horizontes |
Fue una situación para recordar ya que parecía una típica escena de despedida de una película hollywoodense y a la vez un fragmento en el tiempo difícil de repetir. Ahora, cada vez que hago un viaje no puedo evitar recordar esa extraña película de la cual aprendí mucho, sobre todo a darme cuenta que no hay nada más intenso y valioso que una primera vez. Espero tener muchas más primeras veces como ésta en mi vida. Sé que así será ya que existen muchas cosas que aún no he hecho y estoy segura que tarde o temprano, las viviré.
Una primera vez, es cierto.. siempre será valioso...
ResponderEliminarDebe de haber sido una experiencia fabulosa pero a la vez dura porque te separaste de tus seres queridos. Escribes muy bien amiga. Como te llamas para invitarte a mi agencia.
ResponderEliminar